Así se titulaba la ponencia que he tenido hoy en la feria de muestras en el día del emprendedor. “Como liderar a las personas creativas de tu organización. La creatividad como ventaja competitiva” Y claro hemos hablado de la importancia y efecto de la creatividad en la innovación y en la cuenta de resultados de la empresa. Pero más aún, en la competitividad de la empresa y su supervivencia en el tiempo. Y cuando hablamos de creatividad lo aplicamos tanto al cliente externo como al cliente interno.

Si algo tiene el pensamiento creativo es que permite alternar el pensamiento convergente o lineal, desarrollando un pensamiento divergente, distinto, variado y por lo tanto generando aprendizaje individual y organizativo. Pero ¿estamos preparados para este pensamiento divergente?
En un estudio sobre las emociones y creatividad, se demostraba que las emociones positivas estimulan la creatividad. Elevan el humor y hacen que las personas presten más atención a más cosas, lo que a su vez aumenta la probabilidad de relacionar y asociar elementos diferentes. Por el contrario las emociones negativas dirigen y concentran la atención en los elementos de preocupación. Ahora piense en los datos que publiqué hace poco donde en una de cada tres empresas se “respira el miedo”. Y concluya usted mismo, ¿donde está la creatividad, productividad, gestión del conocimiento y gestión del talento en ese tercio de empresas? No hace falta ser un especialista ni un futurólogo para predecir que ese tipo de empresas o tienen en otros aspectos su ventaja competitiva o sucumben al mercado.
Y pensando desde la gestión del conocimiento, ¿estarán estas organizaciones preparadas para el aprendizaje organizativo? Está claro que el juego en la gestión del conocimiento es precisamente entre los conocimientos tácitos y explícitos. Y precisamente para que la organización aprenda debe haber comunicación a muy alto nivel entre estos niveles de conocimiento. Por eso, el modelo que propongo está basado en tres vértices: (1) el contexto: favorecedor y coherente con la organización; (2) la organización: con más participación y más centrada en el desarrollo organizativo; (3) las personas: con un mayor énfasis en el potencial y el talento. Este es el modelo COP de la creatividad para la gestión del conocimiento y del talento. Y ahora intente contestar, ¿estimula lo suficiente las variables del modelo COP? ¿cuántas nuevas ideas, mejoras, sugerencias, procesos, etc se dan diariamente en su empresa?