Llevo dando clases desde 1990, son ya veinte años de docencia tanto en la universidad como en las empresas. Son veinte años de conferencias, talleres, seminarios y jornadas. Y parece que fue ayer… Siempre he intentado hacer de las clases verdaderos espacios experienciales de aprendizaje que no de enseñanza. Y año tras año, creo, me he ido atreviendo a hacer y utilizar metodologías más diversas y variadas. Desde el año 2000 llevo aplicando técnicas de coaching en el aula, y sin embargo, después de diez años de experiencia, sigue sin dejar de asombrarme y sorprenderme. Si eres docente profesional sabrás a qué me refiero cuando notas que llegas, que magnetizas y que consigues implicar al aula. Eso es un verdadero reto y no siempre se consigue, ni siempre tienes las mismas fuerzas ni motivación. Pero a pesar de todos estos factores, lo que tengo claro es que la metodología del coaching es realmente transformadora en el aula. Trabajar desde el alumno es realmente potente, pero eso sí, no se permiten ni egos, ni jerarquías, ni soberbias ni orgullos. Es un espacio para compartir no para retar. Es un espacio de desarrollo no de control. Es un espacio de libertad no de rigidez. Es un espacio de autonomía no de soberanía. Os invito a ver este video y seguir reflexionando sobre el coaching educativo. Ya me diréis que os parece. http://www.youtube.com/watch?v=o2M5M76j2Q8