Si algo tenemos claro es que las emociones son como el director de una organización que determina qué es importante o no para la organización. De igual modo, nuestras emociones funcionan marcando con recuerdo y alteración aquello que realmente se nos revela importante. Pero ojo, no desde la conciencia, sino desde la más absoluta inconciencia. Quizás este es el matiz tan importante que en realidad nos debe enseñar a comprender mejor cómo soy por dentro aparte de la imagen que tenga de mí mismo. Las emociones son una de las mejores fuentes de autoconocimiento.
El sujeto no puede conocerse en sí por su propia subjetividad pero si acercarse a través de la autopercepción y a través de los otros referentes. La autopercepción del sí mismo es fundamental en el trabajo diario del autoconocimiento pero no suficiente. Necesitamos de los otros referentes, personas que nos conocen de verdad en nuestro día a día y que nos ayudan a trasladarnos las imágenes de nosotros mismos. El otro referente lo hará precisamente porque tiene un vínculo afectivo contigo, porque te apoya cuando lo haces bien y te acompaña, y también construye tu fortaleza. Por eso, no podemos dejar que “cualquiera” sea nuestro otro referente, porque si lo hace sólo desde la visión crítica del gap o discrepancia, nos hará daño aunque tenga muy “buenas intenciones”. No hay peor daño que el inconsciente.
Busca tus otros referentes, comparte experiencias y vivencias, pídeles consejo y ayuda desde la amistad y aceptación. Ello nos permitirá construir nuestra identidad y deconstruir nuestra fantasía. Ya sabemos lo que decía Ortega: De querer ser a creer que se es ya va la distancia de lo trágico o lo cómico.
Amigo Roberto, los árabes dicen: si un amigo te dice que pareces un camelo, quizás puedes no hacer caso, pero si dos o más amigos te dicen que pareces un camello, entonces ve y mírate en las aguas del oasismás cercano. Y Aristóteles: Los amigos son el espejo en el que se refleja nuestra propia identidad. Un abrazo.
gracias luis, en efecto necesitamos de esa interacción constantes para construir nuestra identidad y no "perdernos" desde el subjetivismo… gracias por tu aporte…