Hoy he tenido el placer de compartir
desayuno con Toni Nadal junto con mis amigos Xisca Sbert (coach) y Joan Vich. Hemos estado
charlando en torno a una hora antes de irnos a ver entrenar a Rafa en Manacor.
Ha sido un verdadero placer compartir y debatir con Toni sus experiencias de
gestión del talento en el desarrollo profesional de Rafa. Permitirme que saque
8 conclusiones de ese diálogo tan enriquecedor:
     
1. Las cosas siempre son más
simples de cómo las queremos hacer.
Es un punto especialmente importante pues
las palabras, las explicaciones, las justificaciones adornan demasiado el
desarrollo del potencial y del talento. El esquema siempre es mucho más simple
y precisamente por ser simple el objetivo es más claro. La ciencia siempre dice
que las teorías más simples son las más potentes.

     2. 
“Todo es un juego mental”. No
sólo el tenis, todo. Tú decides en todo momento donde te implicas y donde no.
Canalizas tu motivación y tomas la decisión de dedicarte o no profesionalmente
a algo y el interés y esfuerzo que le vas a poner. Ese juego mental es la clave
de todo.  ¿Os suena el libro del juego
interior del tenis?
3. Hemos perdido la capacidad de
esfuerzo y sacrificio
. El esfuerzo lo es todo, la capacidad de ser constantes
en el tiempo y de luchar por aquello que realmente queremos sin desistir. Vamos
el concepto que todos conocemos de resiliencia pero como estado natural del ser
humano.
4. Frustración. No aguantamos
mucho, con un poco de frustración muchas veces desistimos. En esa resiliencia
del punto 3 es fundamental la tolerancia a la frustración, al error, a
levantarse continuamente punto tras punto, partido tras partido. El tenis da
mucho feedback continuo de si lo hacemos bien o no, sencillamente si  pierdes no avanzas en el torneo y te vas a
casa, es muy duro un feedback tan directo de lucha con otro oponente. Por eso
saber resistir y aguantar la derrota es fundamental.
5.  Paciencia, saber esperar. La
paciencia, muy relacionada con la frustración y la resiliencia, es fundamental.
Somos una sociedad que lo quiere todo ya, no tenemos paciencia para conseguir
las cosas acorde a nuestros esfuerzos.
6. El momento presente. Toda
evaluación del rendimiento debe ajustarse al momento presente, sin predecir o
vivir estados futuros ideales. Lo que hay en este momento es lo que vale. Y
sólo siendo conscientes de esa realidad presente podemos trabajar la mejora.
7. Intensidad en el entrenamiento.
El entrenamiento debe ser lo más parecido a la situación real de juego intenso
desde el comienzo. La intensidad marca la diferencia en la mejora.
8. Tensión. Sólo con tensión es
posible entrenar. La situación real de juego conlleva mucha tensión. Manejar la
tensión es fundamental para poder competir. Encontrar el grado óptimo de
tensión-rendimiento.

   Creo que podemos sacar muchas conclusiones para las organizaciones a partir de estas ocho claves… ¿Qué te parece?