Permitirme utilizar el ejemplo de Rafa Nadal y Roger Federer para poder hablar de la gestión por competencias y del talento. En muchos foros se dice que Rafa Nadal no es de hecho un gran tenista (técnicamente), sencillamente se le cataloga como un deportista con una gran mentalidad ganadora. La vida está llena de casos profesionales donde todos nos encontramos con expresiones similares donde quizás estamos hablando intuitivamente de algunas cualidades de las competencias sin más consideración.
Por ejemplo, la clasificación típica del modelo competencias las diferencia entre: (1) conocimientos, (2) habilidades y (3) actitudes. En gran parte la educación se ha centrado en el punto 1, en los conocimientos como eje de la transferencia. En este sentido, los otros dos puntos han sido olvidados en los diferentes modelos pedagógicos. Conseguimos profesionales que han memorizado mucha información (que ni siquiera conocimiento) y que con el tiempo se olvida, más que profesionales que tengan la habilidad o actitud necesaria a su profesión o especialidad. Nos interesa más el médico que sabe mucho y con grandes títulos más que su habilidad o actitud hacia la medicina y el ciudadano. Nos interesa el opositor que almacena contenidos más que tenga una habilidad o actitud hacia el servicio con el ciudadano.
Nos interesa más la habilidad natural de Federer jugando al tenis que la actitud mental de Rafa Nadal. Y sin embargo son alquimias diferentes, modelos diferentes de jugar al tenis y de conseguir resultados excepcionales de éxito.
Otro ejemplo similar lo hemos encontrado en algunos foros cuando se ha hablado de Iker Casillas. Los que lo conocieron en sus orígenes comentan que no era precisamente quien más destacaba a nivel técnico comparativamente con otras futuras promesas. Sin embargo, aunque nadie lo hubiera podido predecir, es uno de los mejores porteros del mundo. Su actitud, entrega y continuo entrenamiento le han hecho hacer historia en el futbol mundial. Por otro lado, Michael Jordan también fue rechazado inicialmente en su equipo de la escuela y nunca pereció al seguir intentándolo. De hecho comentó: “He fallado más de 9.000 tiros en mi carrera, perdí 300 juegos, en 26 ocasiones me han confiado el tiro ganador y he fallado. Y es por todo eso que ahora tengo éxito, siempre volví a empezar”.
En el fondo lo que defendemos es que precisamente no es solo la combinación de la estrategia, técnica y táctica lo que hace de un deportista un caso excepcional en el deporte. La equifinalidad en la teoría de sistemas expresa que hay muchas maneras diferentes de llegar a un mismo resultado de excelencia. Otra cosa es su estética o preferencia personal o profesional. Quizás lo único que pasa es que más que orientarse a los resultados desde los recursos propios de los profesionales, gran parte de las estrategias en el deporte y en la organización han sido “copiar” los procesos directamente. Y de este modo, se han olvidado de la idiosincrasia específica del profesional que es la base su talento.
Por lo tanto, a pesar de la tremenda humildad con la que Rafa Nadal afronta su lugar estelar en el mundo del tenis (herencia clara del tio Toni), me gustaría aportar un poco de motivación a la autoconfianza que cimenta el rendimiento de todo profesional. Rafa Nadal siempre ha dicho de Federer: “jugar contra Roger siempre supone algo más que contra los demás porque es jugar contra, probablemente, el mejor jugador de la historia”. Sin embargo, Rafa nos ha enseñado a todos el poder de la actitud, de la lucha y entrega en cada partido, de la mentalidad ganadora, del entrenamiento y de la pasión por un deporte. Nos ha enseñado cómo a pesar de estar en esa cima mundial del tenis sigue aprendiendo, corrigiendo, recibiendo feedback continuo, mejorando y luchando con cuerpo y alma.
¿Estaríamos nosotros dispuestos a todo esto? ¿Aguantaríamos estoicamente como él lo hace? Estilos diferentes, con belleza diferente, pero ambos Roger y Rafa han hecho del tenis algo más que un deporte, un encuentro entre gladiadores. Y ahora encima aparecer Nola…!!! Sigamos disfrutando de uno de los más bellos deportes… y apreciemos las diferentes alquimias que genera la diversidad en la vida.