No deja de sorprenderme desde hace ya mucho tiempo la cantidad de organizaciones, públicas o privadas sin distinción, que siguen utilizando esquemas de jerarquía y poder para liderar sus proyectos. Basadas en alta burocracia, en la oportunidad del puesto y en el mundo relacional, las organizaciones basadas en el poder no solo rechazan el talento sino que lo ven como una amenaza a la promoción y carrera profesional. Suelen aparte pensar más en sus objetivos individuales y a corto plazo que en el colectivo y sostenible de la organización. Y lo que es aún más dramático, siguen siendo muy improductivas. Pero si todo esto está tan claro ¿Cómo las organizaciones basadas en el talento no han destronado a las organizaciones basadas en el poder?
Existen cinco diferencias claras que las hacen claramente irreconciliables:
1. Las organizaciones basadas en el talento tienen que ser gestionadas desde la cúpula desde lo que se conoce como “mentalidad de talento”. Por lo tanto es un axioma importante que hace difícil su implementación en organizaciones tradicionales.
2. Las organizaciones basadas en el talento utilizan claramente la medición para la gestión de las personas y los proyectos, eso significa medir, una palabra que normalmente se hace sinónima de control en las organizaciones basadas en el poder.
3.Las organizaciones basadas en el talento no se ocupan tanto del poder, por lo que el liderazgo es natural y compartido, y la esencia es el aprendizaje individual y organizativo.
4.Las organizaciones basadas en el talento consiguen mucha más productividad pero para lograr que sean operativas necesitan una alta inversión en entornos de talento, algo que requiere una visión de los directivos. Las organizaciones basadas en el poder basan su entorno en las relaciones de poder individuales y el simbolismo grupal.
5.Las organizaciones basadas en el talento sacan lo mejor de cada empleado y profesional, desde sus puntos fuertes, estimulando su crecimiento y mejora. Mientras que las basadas en el poder hacen más incidencia en la crítica y los puntos débiles.
Ahora lea con tranquilidad de nuevo estas cinco diferencias y plantéese una pregunta. ¿Cómo quiero que sea mi organización? ¿Basada en el poder? ¿Basada en el talento? En España dos terceras partes de nuestras organizaciones se basan en las jerarquías y el poder, mientras que en otros países con una mayor profesionalización en el management o dirección de empresas es a la inversa, dos terceras partes se basan en la gestión del talento. De usted, depende…
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