Teletrabajo, ¿Tele-qué? Revisa tu estilo de liderazgo y cultura organizativa

Introduccion

Cuando creíamos que no había manera de convencer a las empresas de las bondades del teletrabajo, resulta que nos vemos abocados a esta situación donde ya no hay opción. Si quieres trabajar tiene que ser por teletrabajo en una gran cantidad de empresas.

Hace ya unos años, muchos empresarios y directivos lanzaron unas primeras experiencias piloto de teletrabajo. Sin embargo, una gran mayoría dijo que eso no era para ellos. Sencillamente no se ajustaba a su empresa. Todo es ad hoc, ya sabemos. Y aunque desde recursos humanos y gestión del talento estamos siempre con las pilas cargadas hacia el teletrabajo, al final si no lo implantan los profesionales de nada sirve. Por lo tanto, parecía que la batalla del teletrabajo estaba perdida en muchas organizaciones.

Más allá de la dirección por objetivos

¿Y ahora? Ahora hemos perdido mucho tiempo, aquel que invertimos pero que nos hizo volver atrás. Pero nunca es tarde. Todo merece la pena si se hace bien. Pero ¿por qué creemos que muchas empresas decidieron no seguir adelante con el teletrabajo? Yo tengo varias hipótesis. Una de ellas, y creo principal es que para hacer teletrabajo necesitamos un sistema de trabajo por objetivos profundo y detallado basado en la gestión del talento.

Hoy ya no hablamos solo de dirección por objetivos, sino que también hablamos de feedforward, o cómo poner objetivos donde nos involucramos para ayudar a los profesionales a que lo consigan. Como podemos ver el feedforward, a diferencia del feedback, trabaja desde el presente hacia el futuro, y se construye con el colaborador. Esto implica generar reto, ilusión y motivación hacia el logro. Inicialmente suena muy bien, pero todo tiene un pero…

¿Cuál será? Pues, el pero es que este tipo de proyectos orientados a construir y conseguir objetivos con un acompañamiento profundo requiere de una cultura organizativa y un estilo de liderazgo que no se dan en muchas empresas.

Ya sé cuál es la pregunta que se está planteando ¿qué cultura? ¿Qué liderazgo? Principalmente hablamos de culturas y liderazgos basados en el talento. Desafortunadamente, casi un 70% de nuestras organizaciones siguen basadas en la gestión por el poder y no basada en el talento. Esto supone grandes jerarquías, procesos de promoción faltos de equidad y basados en la relación estrecha con el supervisor, y organizaciones con muy baja comunicación y reconocimiento, entre muchas otras variables.

Este tipo de organizaciones tiene graves problemas con el teletrabajo pues sus líderes no confían en el concepto de “distancia”, se basan en la cercanía y en la famosa supervisión. Aquí no puedo evitar que me salga el sarcasmo: ¡Pero si no podemos/sabemos/queremos supervisarnos ni a nosotros mismos! ¡Pero si solo con supervisar a uno no tenemos garantías de saber qué piensa, qué siente o cómo movilizarlo para conseguir los objetivos! ¿Acaso queda otro remedio que confiar? Si queremos enfocarnos a la excelencia y el altor rendimiento las palabras claves son dos Ts: Talent & Trust, talento y confianza.

Plan de acción

Pero ¿ahora qué hacemos? Pues depende. ¿Qué tipo de empresa eres? ¿Qué tipo de empresa quieres ser? Solo desde el análisis profundo de nuestra visión, misión y valores podremos acercarnos a dar una respuesta. Si está en ese 30% de empresas que se basan en el talento seguro que ya había trazado el camino del teletrabajo y no le está costando tanto. De hecho, los líderes que trabajan desde el talento en momentos de crisis obtienen más sinergias y productividad de sus equipos.

Sin embargo, aquellos que no han avanzado hacia el talento, tendrán que plantearse cómo ir incorporando modelos mixtos de trabajo y teletrabajo pero con un obstáculo y freno principal: la mentalidad de sus directivos y profesionales. Las mentalidades no se cambian de un día para otro. El mapa mental de nuestros profesionales, y con ello sus creencias y actitudes, requiere de tiempo, de convencimiento y de un entrenamiento continuo tanto de reskilling como upskilling.

Este es el verdadero reto de nuestra empresa actual. Un cambio de mentalidad que supondrá abrirse a la innovación, a la confianza, a la productividad y al teletrabajo. Porque si confiamos no necesitamos estar encima de nuestro equipo. Si usted está encima del equipo, el nivel de esfuerzo que se requiere es enorme comparado con el otro sistema basado en la confianza donde la supervisión es constructiva y positiva. En el primer modelo, el líder tira del equipo, sacrificando su tiempo, su motivación, su energía y a veces su salud o su vida. Si está en el segundo modelo, se encuentra detrás del equipo apoyando, estimulando, promoviendo y apoyando con recursos tanto a nivel de equipo como individual (mentoring y coaching ejecutivo).

Conclusiones

Con este panorama por delante quizás debería reflexionar profundamente con sus equipos. De hecho, se debería conseguir homogeneidad  en un liderazgo basado en valores pero respetando las diferencias y la diversidad de sus equipos sobre cómo se aplica. Cada vez más el liderazgo se basa en una relación uno a uno. Eso requiere de trato y de feedback individual, y sobre todo de un feedforward que seguro estimulara el crecimiento, el intraemprendimiento, la innovación y el cambio organizativo.

¿Están sus profesionales preparados para un teletrabajo enfocado a la excelencia? Lamento acabar mi artículo de opinión con una pregunta, pero es que sin preguntas no hay respuestas, ni debate, ni crítica, ni reflexión, y por lo tanto, no hay cambio.

 

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